La contaminación electromagnética, al igual que la radioactividad, tiene el inconveniente, que no la podemos apreciar con nuestros sentidos, ni siquiera a fuertes dosis, ya que no se ve ni tiene olor, es materialmente impalpable, no se oye ni tiene sabor. Y sin embargo, es amenazadora. Son tan peligrosas las frecuencias bajas como las altas, la de gran intensidad como la de pequeña intensidad, las microondas como las hiperfrecuencias.
Estamos sumergidos en una vertiginosa mezcla de ondas y de partículas que nos penetran cada instante. Daniel Depris, presidente europeo de AURORE (Asociación para el uso Racional de las ondas electromagnéticas), en su publicación "Esas ondas que un día nos mataran", señala los peligros que pueden derivarse de una exposición regular o permanente a las radiaciones hertzianas
Como resultado de las investigaciones llevadas a cabo por dicha asociación y las conclusiones de numerosos expertos, empezando por los de la OMS Depris ha señalado las perturbaciones y síntomas que se derivan del síndrome de las frecuencias radioeléctricas y de las hiperfrecuencias.
Sintomas de las Ondas que nos puede hasta matar
Cefaleas (dolores de cabeza)
Irascibilidad y perturbaciones del comportamiento (sobre todo la agresividad)
Alteraciones del sueño
Astenia (perdida de vitalidad)
Disminución de la actividad sexual
Perdida del apetito
Alteraciones cardiovasculares
Dolores torácicos
Alteraciones en el ciclo menstrual de las mujeres
Radiotermias (quemaduras de la piel)
Opacidad del cristalino, lesiones de la retina del epitelio y del estroma, alteración de la cornea
Lesiones en los testículos, alteración de la espermatogénesis
Alteraciones endocrinas
Alteración del sistema sanguíneo y de la inmunocompetencia
Aumento del riesgo de leucemia
Aberraciones cromosomáticas
Alteración de los mecanismos celulares e infracelulares
Aparición de anomalías del nivel del ADN
Abortos y malformaciones durante la gestación
Algunas de estas anomalías, aparecen solo en casos de exposición a campos intensos; pero otras, por el contrario, pueden ser provocadas por instalaciones de poca e incluso de muy poca potencia.